miércoles, 25 de junio de 2008

REFLEXIONES DE UN IDIOTA CON CEREBRO XIX

REFLEXIONES DE UN IDIOTA CON CEREBRO XIX

Yo sé, desde hace ya muchos años, que mi consciente no estaba muy fino (el “consciente” intelectual ya ni te digo, serviría para que los científicos me pusieran, cuando se apruebe la clonación humana, como ejemplo a no copiar), pero tenía esperanzas de que el subconsciente estuviera mas “amuebladito”. Pero me di cuenta de que tampoco había tenido suerte en el reparto de inteligencia, cuando el otro día soñé que me apuntaba a una chirigota de Cádiz. Que digo yo, que si tuviera esos sueños en época de carnavales, todavía se explica, pero en pleno mes de junio, pues como que no.

Y menos mal que no cené nada copioso ni picante esa noche, que si no, tengo pesadillas con chirigotas asesinas o compuestas por muertos vivientes (bueno, tal y como estarán los niveles alcohólicos de los integrantes en esas fechas, lo de “muertos vivientes” puede ser un buen calificativo).

Y para acabar de fastidiarla, al día siguiente soñé con la citada chirigota de nuevo, y encima ganamos el concurso. Lo malo es que no me acuerdo de la letra de la canción ganadora, que si me llego a acordar, me cojo el primer vuelo a Cádiz, e intento venderla, para ganarme unas perritas.

Si añadimos que desde muy pequeño soy un “salido mental”, como aquella vez que invite a salir a mi profesora de parvulito, con cinco años (es que la “seño” estaba tremenda, que quede bien claro), pues seguramente el día que estaban repartiendo los cerebros, yo me encontraba realizando otros menesteres, con alguna “angelita”, perdido, entre las nubes.

Y bueno, todo este rollo para explicar que conmigo pueden intentar realizar el timo de la estampita (y hasta dos veces, que seguro que vuelvo a caer), es para decirles que hasta este tonto, que se atreve a realizar estas extravagantes disertaciones, se da cuenta que lo de la “desaceleración económica” no me lo creo ni yo.

Este gobierno se piensa que somos todos idiotas (se me ocurren adjetivos más fuertes), no llamando las cosas por su nombre, o sea, una crisis de tomo y lomo (el lomo para mi, por favor, vuelta y vuelta y bien hecho, que la carne no me gusta muy cruda).

La crisis está ahí, se los aseguro, que el otro día fue al súper, y me gasté en cuatro tonterías (leche, galletas, detergente y preservativos, lo típico), casi 50 euros. Y no es culpa del gobierno, la crisis es a nivel mundial. Como explicación pueden elegir la que les guste más: escasez de petróleo, crisis inmobiliaria y de la construcción, el calentamiento global, o que el país más desarrollado, o sea, U.S.A., esté gobernado por uno que es peor que yo, que ya es mucho rizar el rizo (por eso me gana, como yo no tengo pelo que rizar).

Lo que se le puede achacar a este gobierno es la forma en como se afronta un período de crisis. Decir que no existe, sino que es un pequeño bache, una caída de las inversiones, etc., no es un buen comienzo. Si no se toman medidas urgentes, ya empezaré a preocuparme en serio, porque ya no es únicamente que el día de mañana no cobre mi pensión de jubilación (cosa que tengo ya asumida hace tiempo, y además, no sé si en realidad quiero llegar a anciano, porque si ya soy un salido mental ahora, no me quiero ver en faceta de “viejo verde salido mental”, que me voy a ganar cada tortazo de las enfermeras del geriátrico…), sino que puede peligrar hasta mi fondo de pensiones, cosa con la que si contaba, aunque sea solo para que el día de mañana se lo quedé la pelirroja despampanante, de 20 años máximo, que me buscaría.

Porque como esto siga cuesta abajo, hasta los bancos se pueden declarar en quiebra, y mi dinero se lo repartirán los acreedores, o peor aún, se lo pueden dar al PP, para pagarles las dietas de sus diputados.

Están aplicando medidas, pero de momento, la que veo bien, es la de paralizar las ofertas de empleo público. Con esto, están corroborando la idea generalizada de que este país está lleno de funcionarios. Pero la verdad es que entre los funcionarios de baja médica, los que aprueban varias oposiciones, y luego piden excedencia, y los que van a trabajar dos días por semana, y tres no van, la realidad es que en la práctica hacen falta. Yo sería más partidario de cambiar el procedimiento administrativo para poder despedir a un funcionario, que ahora mismo es más fácil que el Papa de Roma dimita, que se consiga echar al típico funcionario, al que llevas dos horas esperando en la administración correspondiente, y ha salido a desayunar (traducido: vuelve con las bolsas del corte inglés).

Yo, por mi parte, la veo bien, porque me sé de unos cuant@s que se les va a acabar el “chollo” que tienen montado, viviendo a costa de los padres, con la excusa de que están preparando oposiciones (sin aprobar ninguna desde hace años, lógicamente), y sin dar un palo al agua. Vuelvo a repetir que no confío en mi pensión de jubilación el día de mañana, pero por si se arregla el tema, yo ya tengo, con 38 añitos (parezco un bebe), 15 años y medio cotizados. A ver lo que tendrán cotizados esos “opositores”.

Bueno, esperando que la crisis se pase cuanto antes, y que sea antes de que este ejecutivo socialista se haya gastado todo el dinero en fines sociales (tiempo al tiempo), os dejo, que me vuelvo a meter en vorágine de impuestos (leer artículo anterior sobre el tema). Me despido con un trozo de una peli de los marx brothers: “camarero, camarero”. Diga señor. “¿Tiene cerditos de leche?” Si, señor. “Pues exprímalos y tráigame la leche en un vaso”.