REFLEXIONES DE UN IDIOTA CON CEREBRO
Heme aquí (empezamos mal si tengo dudas de si "heme aquí" está bien escrito, pero, caso de que no sea así, mis amigos lo comprenderán; lo único es que si este artículo lo lee mi profesora de lengua se pensará que conmigo no hizo bien su trabajo, pero, que se fastidie, que me tuvo dos años liado con lo del pretérito pluscuamperfecto) que iba yo caminando tranquilamente por la calle, con el mp3 a tope, como siempre (ya no se que excusas inventar cada vez que voy al otorrino), que me tropiezo con un amigo de esos que la vida te hace encontrar muy de cuando en cuando, y tras los tópicos saludos de rigor, se acuerda que tengo un programa de debates políticos en una emisora local, y me dice: “ya están aquí las elecciones”.
Heme aquí (empezamos mal si tengo dudas de si "heme aquí" está bien escrito, pero, caso de que no sea así, mis amigos lo comprenderán; lo único es que si este artículo lo lee mi profesora de lengua se pensará que conmigo no hizo bien su trabajo, pero, que se fastidie, que me tuvo dos años liado con lo del pretérito pluscuamperfecto) que iba yo caminando tranquilamente por la calle, con el mp3 a tope, como siempre (ya no se que excusas inventar cada vez que voy al otorrino), que me tropiezo con un amigo de esos que la vida te hace encontrar muy de cuando en cuando, y tras los tópicos saludos de rigor, se acuerda que tengo un programa de debates políticos en una emisora local, y me dice: “ya están aquí las elecciones”.
La primera reacción es decirle: “pues sí”, pero interiormente pienso, macho, no te enteras, la política no descansa, desde que se celebran unas elecciones, los políticos ya están maquinando la siguiente. Ya están pensando, en estas ha sucedido ésto, pero tengo que andar con mucho cuidado, porque no se lo que puede pasar en la siguiente, y al que ahora le hago la jugada, el día de mañana me puede hacer falta para gobernar. Claro ejemplo sucedió en el Ayuntamiento de Santa Cruz, que, aún de haber tenido mayoría absoluta CC, el alcalde pactó con todo hijo de vecino (excepto con los tres del PNC, pero eso ya era demasiado, hay que saber con quién te juegas los garbanzos, si no, el potaje te sale aguado).
Y el amigo, que en su corta expresión tenía toda la razón del mundo, me hizo plantear la cuestión de expresar en un artículo lo que yo pienso de estas futuras elecciones. Bueno, también hay que darle su granito de arena, a una amiga que últimamente me ha enviado artículos escritos por ella, de sus vivencias y anécdotas, y que me ha hecho despertar el gusanillo de volver a escribir, cosa que hacía bastante tiempo que no hacía. Gracias al amigo, y gracias, Alex.
Tras este preámbulo, que seguramente no será válido para servir de introducción a ningún libro que se precie (a un libro que no se precie creo que tampoco), voy a pasar a hacer una crítica personal sobre los candidatos que se van a presentar.
Empezaremos por los actuales gobernantes (creo que es el momento de aclarar que me voy a centrar en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, en los candidatos a la alcaldía), CC, que llevan casi 24 años seguidos gobernando, y algunos de ellos, llevan todos esos años en el ayuntamiento (verdad, Tony?), y cuyas vallas publicitarias presentan al alcalde, con una sonrisa, bien vestido y con los brazos cruzados (truco que yo utilizo cuando, tras un duro día de trabajo, mis axilas han perdido la batalla con el desodorante, y perdón de antemano por si hiero sensibilidades), con un eslogan que reza: Yo cumplo. El chiste fácil de que es lo que cumples?, años?, lo dejamos correr, porque, aparte de que habrá sido ya más que utilizado, creo que se me puede ocurrir una ironía mejor, que para eso fui a cole de pago. A mi lo que se me ocurre es: “claro que cumples, y con el personal de confianza, ni te digo”.
En referencia a este eslogan, un nuevo partido, nutrido por los anteriormente mencionados ex_miembros del PNC, que ahora se presentan como “Ciudadanos de Tenerife”, o algo así, han puesto la misma valla, pero con una imagen de un pinocho de madera, en vez de la figura del alcalde, haciendo referencia a que nuestro actual alcalde presuntamente no dice toda la verdad a sus ciudadanos. Yo, con lo de pinocho, se me ocurre más bien, que el alcalde lo que tiene es pinta de marioneta, que está puesto ahí por los que realmente gobiernan, y que hace lo que ellos le dicen.
Pero volviendo a nuestros “nuevos amigos” de los ciudadanos, para mi perdieron todo su crédito político al abandonar en el transcurso de la legislatura, el partido por cual se presentaron (aunque dos de ellos como independientes), y en vez de devolver sus actas, se quedaron y se pasaron al grupo mixto. No hay nada que más me reviente (aunque la normativa política lo permite), que alguien que abandona una fuerza política y no se va a su casita, que llueve. Si ya no comulgas con unas ideas, no creo que sea moral continuar en un cargo que has conseguido gracias a unas siglas que ya no te convencen.
Ahora nos centramos en los socialistas, el PSOE, cuya candidata, que creo que era muy conocida en su casa a la hora de comer, pero poco más (creo que hasta en los desayunos y en la cena se planteaban los familiares quién se acababa de sentar a la mesa), y cuyo eslogan es: YO SOY ESA. A esta señora le tendrían que informar que a las amas de casa (con todos los respetos a este colectivo, y muy en especial a mi madre, participe toda de su vida de este sector, que saco cuatro hijos adelante con muy pocos medios), y que presumiblemente son las que ven los culebrones, solo van a votar en un porcentaje muy minoritario, porque tienen tantas cosas que hacer en un solo día, que no tienen tiempo de interesarse en política. Por lo que si pretendía ganarse con este eslogan a este colectivo, al asesor político que se le ocurrió la idea, le recomendaría un curso acelerado de reciclaje de “como conseguir votos”.
El punto fuerte, o por lo menos a mi me lo parece (ya estoy temiendo la reacción de mis amigos del PP, Javi y Fabio), es el candidato del PP. Tengo que reconocer que de toda la vida me han gustado los extremos, pero lo de este señor, lo del claro-oscuro lo sobrepaso hace tiempo, creo que ha pasado por toda la gama de colores del aro-iris, y ha repetido color en más de una ocasión. Ha pasado de que quiere que los alumnos se vuelvan a levantar en clase cuando entra el profesor (si mi abuelo, que era de la CNT levantara la cabeza, bueno, mejor no, que tenía una mala leche…), a ser el que con más clamor aplaudía una gala drag queen. Yo me imagino a este señor en una reunión con un constructor, un pescador y un ecologista. El constructor pediría ganar tierra al mar, para poder construir, y el candidato del PP se lo prometería. Luego el pescador querría ganar más mar a la tierra, para poder pescar más, y el mismo candidato se lo prometería. Y el ecologista querría que el mar tuviera más espuma cuando llega a la playa, y el citado candidato diría que es factible, y que lo lleva en su programa.
Este señor ha hecho suyo un eslogan muy viejo del mundo del maketing (se de lo que hablo, que he hecho cursos hasta de marketing, así me va), el cual reza que lo importante es que hablen de uno, sea bueno, malo, regular, a medias, con caspa o sin caspa.
Para el final he dejado una inmensa mayoría de partidos locales que, a mi modesta opinión, no van a conseguir más que abarrotar una mesa con sus papeletas en los colegios electorales, y que más de uno se pegue cuatro horas buscando la papeleta correspondiente (perdón por la rebundancia de papeletas) del partido que va a votar.
Les daría un consejo, si se unieran, podrían conseguir alguna representación, sumando todos sus votos, pero por si solos, y tal y como tenemos la actual ley electoral, el dinero de sus campañas me lo gastaba yo en una buena comilona.
Y bueno, como decían porky y bugs bunny, “esto es todo, amigos”, y como decía superratón (para cuando una película de superratón? en que están pensando los productores de cine?) “no olviden vitaminarse y supermineralizarse”.
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